Oscar Fillola

OSCAR FILLOLA

...Música... Fotografia... Notas...

lunes, 8 de julio de 2013

Caminar...salga que salga el sol






"...Dónde vamos tan deprisa?... me pregunta, su sonrisa... si tu quieres, tengo el plan:... Caminar...salga que salga el sol, por donde salga el sol..." (Extremoduro: "Si te vas")


El domingo, después de una mañana de sol de verano, llegábamos a casa al mediodía, buscando refresco para tanto calor...
Todos corrieron en busca del bañador, y en unos minutos estaban metidos en la sufrida piscina hinchable del jardín...
Me acababan de hacer una limpieza al sensor de la cámara... así que me abrí una cerveza y me plante en medio del jardín con la intención de probar si todo funcionaba con normalidad. Con la cámara en la mano empecé a buscar una foto, algo que me llamara la atención para empezar a disparar... examinando con la vista todo mi alrededor, con detenimiento...
Y de la misma manera que aparecen las cosas que no buscas, de repente, Ivan salió del agua, se subió a lo mas alto de la pequeña escalera de la piscina, inclinó el cuerpo, ladeó la cabeza, me miró fijamente y dejó caer una de esas sonrisas que nadie espera...
Aun tardé unos cuantos segundos en darme cuenta que estaba posando para mi...había salido del agua expresamente para que le hiciera fotos.... y cuando empecé a disparar, él tan sólo movía ligeramente la cabeza sin perder esa sonrisa... cinco...diez...veinte fotos...
Cuando aparté la cámara de la cara, para disfrutar ese instante, sin cristales por medio,... tal y como había subido a la escalera, la bajó y volvió a mezclarse con el agua, entre chapoteos...
Algo que puede parecer de lo mas normal... si no fueran tan breves esos escasos momentos de intentar comunicar con nosotros...
Dónde vamos tan deprisa??...solamente, caminar...despacito...para no dejar pasar y perder esos pequeños detalles... salga el sol por donde salga...
Conozco el presente... he aprendido del pasado... pero no se qué pasara, ni dónde estaré mañana... ni pasado mañana... ni la semana que viene... ni la otra...
Se que los próximos años pueden ser delicadamente duros... ... el colegio no es para siempre, y su inserción social en nuestro mundo, sobretodo si se mantiene la política del recorte, es bastante complicada... ... el despertar adolescente de la sexualidad, en su mundo autista, sin tapujos, sin recato, sin entender reglas ni normas, tan dificil de educar... ... cierto problema vascular que tarde o temprano le hará pasar por quirófano, con unas secuelas que no son precisamente optimistas por su localización ... ... y tantas cosas que se van amontonando... ...
Solamente caminar...despacito, para tener tiempo de saborear esos pequeños dulces... hoy... mañana ya veremos...
Mañana??... mañana, igual, por fin, alguien se decide a apretar un botón... igual ( a lo Robe), cae una droga del cielo y hace del mundo un lugar mas ameno... igual descubren la vacuna que lo cura todo... y gratis...
Mañana??...
Dónde vamos tan deprisa??... me pregunta esa sonrisa... si... ese es el plan... Caminar... salga que salga el sol, por donde salga el sol... si quiere salir...

lunes, 29 de abril de 2013

Cazar miradas...




Posiblemente sí…posiblemente sea por necesidad… 
En los últimos años, ante la dificultad de comunicación de Iván, creo que hemos desarrollado un sentido especial para poder traducir de alguna manera, cualquier intención de expresarse. Desde el uso de pictogramas al propio lenguaje corporal, los gestos, la expresión de la cara, los sonidos… La mirada es la cuenta pendiente… quizás porque para él, una mirada directa puede resultar demasiado agresiva, una sensación demasiado fuerte… quizás porque una mirada encierra demasiadas emociones subconscientes, que no somos capaces de dominar tan fácilmente como el lenguaje oral… 
Ante una mirada de Ivan, en cualquier caso, tienes una sensación extraña, la de una mirada sin una expresión concreta que observa con profundidad… como si estuviera intentando ver el interior de tus ojos… 
A fuerza de la costumbre, inevitablemente, trasladas este sentido a la vida cotidiana. En la calle, en el trabajo, en las tiendas… sin querer intentas leer la expresión de las personas con las que te cruzas. De la misma manera que sin querer escuchas la conversación entre desconocidos y te imaginas la situación que están explicando. 
En ocasiones, como entretenimiento, me lo tomo como una especie de safari fotográfico. Cazar ese preciso instante en que se cruzan las miradas, almacenar esa fotografía en mi mente unos segundos e intentar leer lo que cuenta… 
Normalmente solo vale “ese” primer momento… enseguida la gente se suele poner a la defensiva y se esconde detrás de una careta, desafiante... sobre todo personas jovenes y de mediana edad.... Sin embargo los niños y las personas mayores son una fuente inagotable de estímulos… unos por ese punto de falta de vergüenza y otros porque les da igual lo que les rodea… desde la inocencia, por la falta de maldad, o la sorpresa mas autenticas, hasta la carga de experiencia, de estar de vuelta de todo, el sufrimiento, la comprensión, el cansancio… 
En ocasiones, he cruzado miradas mantenidas durante varios segundos… con la sensación de que siempre es la misma mirada, la de alguien conocido pero con distintas caras… y entonces pienso si existen ángeles de la guarda, vigilando... y solo se hacen notar para decirme que están ahí… o son agentes virtuales de un programa informático de mantenimiento que me controlan… o simples hologramas que me miran desde mi propia imaginación… 
Posiblemente sí… posiblemente sea por necesidad… y haya aprendido de nuevo una cosa más de las tantas que se pueden aprender de Iván…Posiblemente tenga la necesidad de que me devuelvan una mirada para confirmar que sigo vivo, que no soy una extraña silueta transparente a los ojos de los demás… y que en un arrebato de egoísmo, en ese preciso instante, aunque solo sea un espacio de tiempo tan corto, soy el único centro de atención, alrededor del cual gira el resto del mundo, para la persona que me mira… 

jueves, 5 de julio de 2012

Deltoya!!






"... me da igual, me voy a poner del tó ya sin parar... me da igual...
del tó ya....
Voy a dar la vuelta a tó y no se muy bien por qué...
...y a romper... del tó ya...
... y a firmar en todas las paredes con mi piel,
y a empezar... del tó ya..."     (Extremoduro)

Asi reza el Robe, Extremoduro, al final de su "Deltoya"...
Autodestructivo, transgresivo ( tal como él define su musica)... un caracter fuerte, cargado de agresividad, de dureza, de aspereza... de poesia violenta...
Cargado de esa violencia que se vuelve dulce, cuando te das cuenta que sus palabras no estan tan distantes del suelo que pisamos... que de vez en cuando todos necesitamos ponernos del tó ya en algun momento... y dar la vuelta a tó...
Dar la vuelta a todas las cosas para encontrales un sentido distinto... para encontrar otro punto de vista, desde donde a otros no se les ocurriria mirar... para encontrarle a todo lo que ocurre un significado propio, subjetivo,... para saciar esa necesidad de sentirte diferente al resto.. y romper...
Romper con las rutinas, con las obligaciones autoimpuestas, con la monotonia a la que nos acostumbramos a pasar un dia tras otro, con todo lo que pueda ser innecesario... y volver a dar importancia a las cosas verdaderamente importantes... y volver a tener ganas de crear, de empujar a los demas y sentirte util, necesario, imprescindible... y firmar en todas las paredes...
Firmar en todas las paredes con la piel desnuda... en pelotas como cuando naces... sin elementos superficiales... sin nada que distraiga la atencion, para quedarte con la esencia pura... con la materia basica, sin lazos, botones ni cremalleras... a pelo, sin manias, transparente, honesto... y a empezar...
Y empezar de cero con la misma ilusion, con la misma fuerza y las mismas ganas con las que se empieza el verano cada año... y contagiar a los que te rodean de ese espiritu, antes de que llegue el otoño... y bucear en  cualquier terraza de bar, en una jarra bien fresquita de cerveza... dejando que sea el sol, el que se ocupe de secar todas las cicatrices de la guerra diaria... del tó...
... y la verdad?? ... la verdad es que me da igual... me voy a poner del tó ya sin parar... del tó ya!!!!

sábado, 12 de noviembre de 2011

EN EL BORDE




 Justo empezaba a gatear, con escasas fuerzas para mantenerme, cuando mi tía desde el bloque de enfrente, aviso a mi madre, tendiendo en la terraza, que había unas piernas colgando de la ventana de mi habitación…. Carreras, nervios, pero manteniendo la calma, con voz suave para no asustarme, me llamaba mientras abría la ventana de par en par… y allí estaba yo, sentado en el borde de la ventana de un 4º piso… loco por descubrir lo que había allí afuera…
 Por supuesto, ni me acuerdo, ni nadie sabe cómo pude llegar de la cuna a la ventana, subir y sentarme tan feliz… y no caerme… y desafiar el límite del borde entre el suelo firme y el vacio.
 Hace dos o tres años, acompañe a Iván a dormir. Iván necesitaba la compañía de alguien para poder dormirse, y Silvia, mi mujer, y yo, nos turnábamos para acompañarlo y quedarnos a su lado hasta que se dormía…
 Conforme se ponía el pijama, se le empezaron a inflar los mofletes… empezó a hacer pucheros y a llorar desconsoladamente en silencio… lagrimas, respiración entrecortada, labios apretados y en silencio…
 Ante su discapacidad para comunicarse, empecé a buscar los motivos… lo examine por encima buscando alguna marca de golpe en su cuerpo… revise a conciencia la habitación en busca de cualquier pista que me diera información sobre su llanto… pero no encontré nada… absolutamente nada… lo único que podía hacer era abrazarlo y consolarlo para que dejara de llorar… hasta que se fue calmando.
 Con la luz apagada, tumbado sobre dos grandes cojines a los pies de su cama, mientras se dormía, la idea de no haber sido capaz de encontrar la causa se me fue apoderando… me comía la impotencia de no haber podido ser de ayuda para él en esos momentos… el papa que lo arrecla todo, todo y todo, el mecánico que arregla enchufes, grifos, puertas, cabezas y almas no había sido capaz de encontrar el motivo de su tristeza… y entonces me derrumbe… en un montón de lagrimas y mocos… en un montón de suspiros ahogados en silencio para no despertarlo… en un nudo en la garganta que no pasaba ni para arriba ni para abajo… en un dolor en el pecho, entre medio de las costillas, que no me dejaba pensar…
 Es posible que fuese un día 13, no lo recuerdo… o que hubiera luna llena… o demasiadas tensiones en el trabajo… o todo junto, a la vez y acumulado un día tras otro…
 Silvia se había dormido en el sofá y no quería despertarla con mis paranoias, así que busque refugio en la habitación de las guitarras… le enchufe el cable a la negra, me puse los auriculares y subí el volumen a lo que daba…. Empecé a tocar rápido, muy rápido, con sentido y sin sentido, mástil arriba y abajo intentando descargar toda la tensión sobre las yemas de los dedos, intentando que toda esa cantidad de sonido que me llegaba a través de los cascos fuese abriendo hueco en mi cabeza, haciendo espacio en mi mente para pensar con claridad…
 Poco a poco fui dejando de lado la velocidad para centrarme en las melodías que mis tripas le dictaban a mis dedos… busque un ritmo de batería lento y le añadí unas teclas de piano para poder ir tocando encima…
 Cuando decidí que era hora de ir a dormir estaba a punto de sonar el despertador para ir a trabajar… pero las grabaciones ya estaban registradas en el ordenador…
 Al día siguiente era incapaz de pensar en otra cosa. Impotente por no poder llegar por encima de mis posibilidades. Defraudado por haber caído tan pronto sabiendo que el camino es largo… y todas esas melodías, fraseos y pianos rebotando en mi cabeza…
 Tal vez contárselo a Silvia, hablarlo… tomar consciencia de que no soy el más duro, ni el que más aguanta… de que de bajón no llego a ningún sitio, me hizo renovar energías para seguir trabajando con Iván… me hizo darme cuenta de que somos humanos y todo forma parte del juego… Así que volví a encerrarme en la habitación, hasta las tantas y sin ganas de dormir, para poder darle principio y fin a toda esa música amontonada. Días después, entre mezclas, ajustes, arreglos y correcciones, el resultado era “En el borde”.
 El tema arranca con la repetición de un fraseo triste que se va acentuando, como la búsqueda angustiosa de una respuesta inexistente, que desemboca en una caída desesperada en picado, a gritos y vuelve a buscar respuestas… Hacia la mitad del tema hay un cambio en la melodía, hacia tonos mayores. Es un manotazo en la mesa para volver a sentar la cabeza. Ese cambio va cogiendo fuerza, ya la melodía se le van sumando otras, superponiéndose, como cogiendo carrerilla hasta alcanzar la velocidad de ruta de nuevo, acabando con la energía hasta arriba…
 El final, con la repetición de la frase del principio, es como tener los pies en el suelo. Saber que en cualquier momento puede aparecer otra vez… que lo sucedido no es agua pasada, sino una experiencia más, para tener en cuenta en un futuro…
 Para la mayoría seguro solo es música… para muchos un tema “bonito”… algunos llegaran a sentir todas esas sensaciones que explicaba mas arriba… quizás unos pocos puedan llegar a ver en este tema, una mano,… haciendo la función de madre que te separa de la ventana… de esposa que te cede el hombro y te empuja a levantarte…
Al fin y al cabo, como decían los Leño: “… es sólo una canción… y me siento mejor…”
Poneos unos auriculares, subid el volumen y clicad en el boton de "play" que hay aqui debajo... esto es “En el borde” :
En el borde de Oscar skr

jueves, 4 de agosto de 2011

SEÑALES


Hace unos cuantos años se estreno una película, “Señales”, en la que el protagonista, Bruce Willis, no entiende una serie de acontecimientos, que acaban teniendo un sentido al final de la peli. Como película, es más bien floja… más bien mala… pero con un guion que podía haber dado más de si…
 Iván es mi hijo pequeño. Tiene 11 años y es autista. Tiene un problema bastante serio de comunicación. No siente la necesidad de comunicarse con el mundo… y buena parte del tiempo no necesita que el mundo se quiera comunicar con él… Su vocabulario es prácticamente básico, y aunque sabe hablar, leer y escribir no entiende estos medios como forma de comunicarse…
No voy a buscar la comparación entre mi situación y la de la película. De todos modos, para los que quieran buscar situaciones de “difícil explicación”, encontraran curioso que,  por ejemplo, Iván haya dicho mas palabras seguidas cantando que hablando… que le vuelva loco tocar un tambor, y se ciegue sentado en una batería… que es muy sensible a la música, y haya exteriorizado sentimientos como la tristeza, a pucheros y lagrima viva, o la alegría, simplemente ante la escucha de ciertas melodías…    y que curiosamente yo lleve más de 30 años rodeado y entregado al mundo de la música, y por supuesto agarrado a una guitarra…
Puede parecer curioso que ante la precariedad de su lenguaje oral, los educadores y especialistas de Iván, hayan encontrado de mas utilidad el uso de dibujos, pictogramas y fotografías como medio de expresión, para que Iván pueda identificar y exteriorizar sus sentimientos… y que yo lleve desde los 18 años haciendo fotos con intención… desde los ventipocos en el mundo de las réflex… que uno de mis primeros regalos, cuando nací, fue una Werlisa…
Más bien pienso que ha sido al revés. Que desde mi posición, tienda a buscar que cosas me han sido útiles en la vida y me hayan servido para expresar algo, sin la necesidad de usar el lenguaje oral…
Tal vez, todas esas horas que pase en Caspe, todos los veranos, buceando en una balsa de riego, de unos 8 metros de largo por unos 2.5 de ancho, y de la que no había forma de sacarme, también tenga ahora un sentido…
Ahora, en verano, tengo una piscina, de esas hinchables, redonda de tres metros y medio, y poco más de medio metro de altura. Cada día Iván, a eso de las cinco, dice: “ … papa… bañador… piscina…”. Y me he dado cuenta de que en esa hora larga que pasamos, la mayor parte del tiempo, sumergidos en ese poco más de medio metro de altura de agua, nos tratamos de tú a tú. Somos los dos igual de autistas bajo el agua, y creo que puedo llegar a entender su forma de ver la vida... El sonido llega distorsionado, sin fuerza y sin significado. No necesitamos hablar, simplemente nos entendemos. Estamos completamente aislados del mundo exterior… y la mirada más larga que cruzamos, con los ojos rojos por el cloro, son esos dos segundos antes de que el agua se rompa en miles de burbujas en forma de carcajada…  y no necesitamos más tiempo que el necesario para coger aire para volver a sumergirnos otra vez… debajo del agua… que es donde más a gusto nos encontramos…